El pasado sábado, después del partido disputado por los alevines frente a la E.F. Rivas-Vaciamadrid, sucedió un hecho que lamentablemente empañó en cierta medida la celebración de la comida de navidad del club.
No estuve yo presente, pero fueron varios padres y madres que si estuvieron, los que me relataron lo que allí vieron. El caso es que como consecuencia de ello, parece ser que uno de nuestros chicos no volverá a jugar en el equipo (prefiero omitir su identidad para proteger su intimidad en internet).
Podría dejar pasar por alto este espinoso asunto, como si no fuera conmigo, pero no va con mi forma de ser, rehuir situaciones como la ocurrida... ni nadie de nosotros debería... Porque ayer no iba por ti, pero el dia de mañana, quizás si....
Pienso que a pesar del poco tiempo que llevamos en este club, hemos formado una pequeña gran familia. En todas las familias hay personas con mayor afinidad y otras con las que podemos tener menos... Como en cualquier familia, surgen desavenencias y pequeños conflictos, pero todos tenemos algo en común que nos une, que es el bien de nuestros hijos y por extensión, de nuestro club. Y cuando surjan los problemas, debemos poner de nuestra parte para resolverlo del mejor modo que sea posible.
Entendiendo al padre del muchacho lo que le motivo a actuar como lo hizo (en su lugar también estaría dolido por la situación del niño en el equipo). Pero también entendiendo los motivos del entrenador, creo que lo que falló, fue la oportunidad del momento en que se dijeron las cosas. Lo más adecuado hubiera sido tratarlo de modo privado y exponer cada uno de modo claro la situación, en la que el mayor perjudicado es el chaval.
Me apena que un niño al que he visto crecer desde los 6 años en el que compartió equipo con mi hijo en el ADPI Rivas hasta ahora en el Rivamar, y que bajo mi punto de vista, se trata de un gran chaval, salga del club de esta manera.
Desde aquí, invitaría a ambas partes a hablar tranquilamente del asunto y buscar posibles soluciones por el bien del chico. El fútbol no se acaba en el Rivamar y si finalmente decide irse, habrá otros equipos que le recibirán con los brazos abiertos, pero creo que se puede reconducir la situación, si existe voluntad para ello.
... Será el espiritu navideño que me invade ;)
Saludos cordiales
Pienso que a pesar del poco tiempo que llevamos en este club, hemos formado una pequeña gran familia. En todas las familias hay personas con mayor afinidad y otras con las que podemos tener menos... Como en cualquier familia, surgen desavenencias y pequeños conflictos, pero todos tenemos algo en común que nos une, que es el bien de nuestros hijos y por extensión, de nuestro club. Y cuando surjan los problemas, debemos poner de nuestra parte para resolverlo del mejor modo que sea posible.
Entendiendo al padre del muchacho lo que le motivo a actuar como lo hizo (en su lugar también estaría dolido por la situación del niño en el equipo). Pero también entendiendo los motivos del entrenador, creo que lo que falló, fue la oportunidad del momento en que se dijeron las cosas. Lo más adecuado hubiera sido tratarlo de modo privado y exponer cada uno de modo claro la situación, en la que el mayor perjudicado es el chaval.
Me apena que un niño al que he visto crecer desde los 6 años en el que compartió equipo con mi hijo en el ADPI Rivas hasta ahora en el Rivamar, y que bajo mi punto de vista, se trata de un gran chaval, salga del club de esta manera.
Desde aquí, invitaría a ambas partes a hablar tranquilamente del asunto y buscar posibles soluciones por el bien del chico. El fútbol no se acaba en el Rivamar y si finalmente decide irse, habrá otros equipos que le recibirán con los brazos abiertos, pero creo que se puede reconducir la situación, si existe voluntad para ello.
Me gustaría sinceramente que este mensaje, si lo leen las personas afectadas, se entendiera con el único objetivo de querer ayudar a mantener esta familia, la del RIVAMAR, intacta. Es mi pequeño granito de arena...
Saludos cordiales
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